Ocho esferas plateadas

“Oscuridad, y mi rostro reflejado en ocho esferas plateadas”

   Transmite la angustia que nos embarga cuando nos enfrentamos a nuestros miedos atávicos, y lo hace sumergiéndonos en el horror sin compasión, sin esperanza, sin marcha atrás.
Una lectura perturbadora, rica en detalles y escrita con pulso firme. Un relato de los que dejan poso.
SANTIAGO EXIMENO

6 comentarios:

  1. Vlad_Temper dijo...

    La fobia, el phobos absoluto, lo atávico que en nuestro interior anida sin poderlo nosotros evitar. En ese lugar repulsivo y desgarrador que cada uno guarda en su psique es donde el Terror, el verdadero Terror, subyace retándonos a que busquemos esa fuerza, esa pulsión tanática, que nos enfrentemos a aquello que nos repugna, nos asquea, nos llena de escalofríos y pesadillas.
    Sólo si somos capaces de enfrentarnos a nuestros propios miedos, a nuestras propias pesadillas y hacernos uno con ellas, uno con eso que es tan parte de nosotros que nos repele magnéticamente; sólo si somos capaces de ser uno con nuestra fobia, en definitiva, podemos llegar a alcanzar esa grandeza de donde nacen las pesadillas más monstruosas.
    Y Nachob, con dos cojones de acero, no es que salga del aprieto vivo para contarlo. No. Nachob se introduce en las entrañas más repulsivas de su propia fobia y emerge vestido e investido en ella, tan poderoso en el interior de su propio miedo como para provocar el mayor de los miedos a su alrededor.
    Posiblemente el segundo mejor relato de la antología. O el tercero...

  2. Raelana dijo...

    ¡¡¡Spolier!!!







    Este relato lo habia leído ya y ya la primera vez que lo leí me gustó mucho, juega como en otros con la percepción, lo que ve el protagonista no es lo que sucede en realidad y la realidad es mucho más horrible que lo que está imaginando, porque en la realidad el monstruo es él. El momento más terrible del relato es cuando lo acepta, cuando después de todos el miedo que ha pasado, de todo el sufrimiento, acepta que es el monstruo y se complace en ello. De empatizar con el protagonista en la primera parte, pasé a horrorizarme al final. Es el problema de esta antología, empatizas demasiado con los personajes, sufres con ellos, te horrorizas con ellos al descubrir que las cosas no son como imaginabas. O bueno, tal vez no sea un problema, porque realmente he estado viviendo los relatos.

  3. Óscar Sejas dijo...

    Recordaba vagamente este relato, quizás de “Un año de palabras”. Me ha gustado volver a verme las caras otra vez con él. A mi también me asquean bastante las arañas y he de reconocer que lo paso mal incluso cuando leo algo sobre ellas... Un final desgarrador y que casi me hace gritar de puro terror. Otra obra maestra para Nachob.

  4. Óscar Sejas dijo...

    P.D: No sé si realmente aparecía en "Un año de palabras", no tengo el libro a mano (siguiendo la norma de que fuera pasando de mano en mano anda prestado por ahí) pero estoy convencido de haberlo leído antes...

  5. Ángel Vela dijo...

    Otro relato que no me será fácil comentar. A ver que sale. Como ya dije con uno de los anteriores, por un lado está la calidad y por otro mi gusto personal, y se intenta que lo segundo no condicione demasiado a lo primero. Y en el caso de este en concreto, está un poco el presuponer lo que el autor estaba buscando.

    Sin destripar mucho. De salida me encuentro con un tipo de relato que ya leí muchas veces y que tampoco es que me entusiasme demasiado. Las situaciones están bien descritas y bien llevadas, así como las reflexiones del personaje, aunque a mi parecer se abusa de las alusiones a que se va a volver loco, pero sin caer en lo paródico. Luego el relato empieza a tomar tintes rocambolescos, demasiadas casualidades y demasiados elementos que no sería normal que estuvieran en un mismo marco, por llamarlo de alguna manera, aunque le aportan un aire onírico importante. Si es la intención se consigue.

    Si bien es verdad que lo que se describe es terrible, al menos yo no consigo conectar con ese aspecto porque no conecté con los personajes primero. Tiene partes interesantes, pero también otras en la que la tensión se diluye un poco y hay algunas referencias que me chirriaron, a modo de hipótesis de lo que pudo pasar. Poco antes de terminar gana en interés y el personaje principal queda totalmente definido y se vuelve muy atractivo. El relato no está mal, pero quedo con la sensación de que la historia consigue atraparme realmente justo antes de terminar.

  6. Erein dijo...

    Pues este es otro que sí y no. Sí porque me gustan los relatos oníricos sin "mucho sentido" siempre que estén bien llevados y este lo está. Pero me pasa un poco como me pasaba con "todo esta hecho". Que se me hace algo repetitivo la forma en la que esta narrado. Puede que este sea el que más "repetitivo" se me ha hecho de los relatos de la antología. No sé. ya digo que es subjetivo.

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